Explorar el mundo marino del Parque nacional de Port-Cros

Del Parque nacional de Port-Cros suele decirse que es «insular, litoral y marino», una forma de recordar la especificidad geográfica y la diversidad de las influencias acuáticas del Parque. Este territorio es un mundo aparte. Constituye un verdadero tesoro de ecosistemas frágiles y preservados que hacen las delicias de los aventureros anfibios.

En la costa o en alta mar, desde la orilla hasta las profundidades marinas, el Parque nacional de Port-Cros alberga una muestra incomparable de biodiversidad mediterránea, protegida activamente desde hace casi 60 años. Los fondos marinos de las islas de Porquerolles y Port-Cros son conocidos en todo el mundo por su riqueza. Aves marinas, meros, tortugas marinas, ballenas y delfines viven felices disfrutando de las características geológicas del Parque nacional, desde el profundo cañón de Stoechades (-2500 metros de profundidad) hasta las discretas calas de las costas rocosas, pasando por las playas de arena fina.

Un terreno de juego donde sondear lo insondable

Los amantes de la naturaleza y de la historia podrán seguir las huellas de un pasado fecundo y agitado que se extiende desde la Antigua Grecia hasta nuestros días: vestigios de la actividad comercial griega, restos náuticos o aeronáuticos… ¿El submarinismo es tu gran pasión? ¿Te gusta el buceo? ¿Prefieres la piragua o el paddle surf? ¿Y por qué no un barco de excepción, de vela o híbrido? En todos los casos, las excursiones con el sello Esprit parc national - Port-Cros te permitirán conocer el Parque y realizar descubrimientos apasionantes, auténticos y respetuosos con todos esos espacios enigmáticos y protegidos.

Prolongar el paseo desde la bahía de la Palud en Port-Cros

Situada en la costa norte de la isla de Port-Cros, la bahía de la Palud se encuentra frente al emblemático islote de Rascas. Un cañaveral bordea la pequeña playa del mismo nombre, a la sombra de los tamariscos. Constituye el punto de partida del primer sendero submarino en el Mediterráneo creado por el Parque nacional. Se accede a la playa por un antiguo camino de cabras, el Sentier des Plantes. Esta continuación terrestre del sendero submarino de la Palud es ideal para descubrir la flora de la isla atravesando la garriga.

Retirarse a la secreta playa de Jovat en La Croix-Valmer

En el cabo Lardier, la playa de Jovat es una de las pequeñas joyas de este litoral. Se encuentra rodeada de una vegetación mediterránea exuberante donde conviven las tres especies de los encinares (encinas, alcornoques y robles pubescentes) y los pinares (pinos de Alepo, piñoneros y marítimos). Sus aguas turquesas transparentan unos fondos marinos fascinantes. Los visitantes podrán observarlos de cerca recorriendo el sendero submarino del islote Crocodile, solos o junto a un animador del Observatorio marino del golfo de Saint-Tropez.

Una cura de Mediterráneo en la cala Magaud de La Garde

Situada en el municipio de La Garde, en el extremo oeste del Parque nacional, la cala Magaud es un espacio típico de los ambientes litorales mediterráneos: ensenadas rocosas, playas de guijarros, cabañas de pescadores, escarpados acantilados donde dominan los pinos marítimos inclinados. Un lugar que reúne todas las condiciones para descubrir los fondos arenosos o rocosos, la pradera de posidonias, así como la fauna marina, recorriendo el sendero submarino de la cala Magaud. Y, si quieres disfrutar de una visita aún más enriquecedora, pide a un animador de la asociación Naturoscope que te acompañe.