Parque nacional de la Vanoise: una referencia para los senderistas

Los apasionados del senderismo de montaña, del esquí de travesía o de las rutas con raquetas saben que la Vanoise es un lugar de obligada visita. El parque es famoso por la riqueza de su fauna y su flora: cabras montesas, gamuzas, águilas, quebrantahuesos, flores de las nieves... En solitario o en familia, ¡la aventura te espera!

Más de 400 kilómetros de senderos señalizados ofrecen un amplísimo abanico de rutas posibles, desde los pueblos y estaciones de los valles o a partir de las vías de acceso. Las rutas de gran recorrido del GR®5 y de la Via Alpina cruzan el macizo de norte a sur.

En familia, los niños estarán encantados de andar para descubrir un pequeño lago o una pradera alpina. Las rutas cortas los sumergirán en un universo fascinante poblado de animales, pastos y montañas que se alzan hasta cerca de 4000 metros de altitud. También se puede optar por periplos más largos, ideales para la contemplación y la meditación, o para una actividad deportiva más intensa. Solos o con un guía profesional, los visitantes podrán pasar varios días en uno de los numerosos circuitos del macizo. Y no olvidemos que, en la Vanoise, el senderismo también puede hacerse con esquís, sobre todo en primavera, cuando la nieve es la adecuada.

Acampar o disfrutar de la comodidad de un refugio

El Parque nacional de la Vanoise alberga una importante red de cómodos refugios. ¡Ofrecer alojamiento y comida es una de las grandes especialidades del macizo! Casi siempre se incluyen productos locales y ecológicos para proponer menús de gran calidad. Una oportunidad para probar la belleza de la Vanoise con el paladar y no solo con los ojos, ¡después de abrir el apetito con el aire de las montañas! Los más aventureros también podrán acampar dentro del Parque nacional, ya que está permitido hacerlo cerca de numerosos refugios.

Recorrer las montañas en familia desde el refugio del Fond des Fours

La montaña es un terreno de exploración sensorial y deportiva para niños y adultos: andar descalzos sobre el musgo, reconocer el canto de los pájaros, mojarse los pies en el agua de un torrente, cruzarse con encantadoras vacas tarinas, perderse en el silencio de un cielo estrellado... Por la noche, haz una parada en un refugio para disfrutar de una inmersión total en el corazón de la montaña. Muchos son accesibles para las familias, ¡habla con los guardas para informarte!

Entre Deux Eaux, un circuito itinerante para desconectar

Libertad, autonomía, desconexión… las excursiones de varios días ofrecen una unión más profunda con la naturaleza. La Vanoise es ideal para esas rutas, pues cuenta con una excelente red de refugios que permite realizar etapas de 5 a 6 horas de media. Los grandes circuitos emblemáticos como el de los glaciares de la Vanoise o la Grande Casse revelan las mil caras del macizo. Más apartado, el circuito de la Vallaisonnay ofrece un decorado salvaje y secreto. Y, si quieres andar sin preocuparte de nada, puede acompañarte un profesional.

Evadirse con el esquí de primavera en el valle de Glière

En primavera, el macizo de la Vanoise puede seguir nevado pero ser accesible para el esquí de travesía y los paseos con raquetas de nieve. Durante ese periodo, muchos refugios están abiertos y reciben a los visitantes en un ambiente aún más íntimo. Si te tienta disfrutar de una primera experiencia, solicita a un profesional que te acompañe, podrá ayudarte a descubrir los placeres de estos paisajes inmaculados y te enseñará los animales salvajes sin molestarlos. Antes de lanzarse, un mínimo de preparación resulta imprescindible.