
Chabottonnes
05260 Saint-Jean-Saint-Nicolas
Francia
Chabottonnes
05260 Saint-Jean-Saint-Nicolas
Francia
Chemin Notre Dame
Ile de Porquerolles
83400 Porquerolles
Francia
village
65130 Laborde
Francia
¿Te apasionan los enigmas, los misterios y las historias? En el Parque nacional de la Vanoise, las rocas grabadas, las chimeneas de hadas, los puentes colgantes y los montículos de piedras satisfarán tu curiosidad. En esta tierra inhóspita y misteriosa, un tiempo ya pasado sigue vibrando en la piedra y en la memoria de los hombres…
¿Te apasionan los enigmas, los misterios y las historias? En el Parque nacional de la Vanoise, las rocas grabadas, las chimeneas de hadas, los puentes colgantes y los montículos de piedras satisfarán tu curiosidad. En esta tierra inhóspita y misteriosa, un tiempo ya pasado sigue vibrando en la piedra y en la memoria de los hombres…
En estas tierras imponentes, el ser humano también ha esculpido la piedra. Un gran número de grabados rupestres demuestra la presencia del hombre desde el Neolítico. A los arqueólogos que los estudian aún les quedan por descubrir muchos de los secretos de esos vestigios, y también a los senderistas.
Avalanchas, crecidas, caídas… La montaña es un entorno lleno de dificultades. Las historias creadas en tiempos inmemoriales para vencer el miedo que suscita siguen transmitiéndose hoy en día. Los acompañantes, los guías, los guardas de los refugios o los habitantes, todos conocen las historias de la Vanoise. Podrán contarte los relatos de los rebaños fantasma o del puente del diablo. ¡Sumérgete en la riqueza de la vida y la cultura de esta comunidad alpina!
La Pierre aux pieds («Piedra de los pies») es la más imponente de las rocas grabadas de Haute-Maurienne. Inscrito en la lista de Monumentos Históricos en 1911, se trata de un bloque de esquisto brillante que presenta la huella de 82 pies, incluidos 33 pares, y unas cincuenta cazoletas. Se cree que los grabados se realizaron entre los años 1800 y 15 a. C, y que posteriormente se añadieron otras inscripciones, como una espada. ¿Un lugar de culto dedicado a las cumbres o un espacio para la práctica de ofrendas? Su origen es un misterio que aún está por esclarecer.
El puente de Croé-Vie, «mal camino» en el dialecto local, data del siglo XVII. Construido en la montaña, erigido sobre las agitadas aguas del Doron con su calzada adoquinada y sus pretiles, ofrece una prueba de la importancia estratégica de ese paso. Al subir a los refugios de l’Arpont o del Col de la Vanoise, el visitante seguirá los pasos de los vendedores ambulantes de esta antigua «ruta de la sal y de los quesos» que por una parte llevaba a las Salinas reales de Moûtiers y por otra a los quesos de Val-Cenis Termignon y las especias de Italia.
Subiendo desde el puente de la Pêche, en los alrededores del refugio de Péclet-Polset, se oculta el sorprendente Plan des Cairns, un llano donde puede observarse cerca de un centenar de montículos de piedras, reflejo de un gesto montañés inmemorial. El «cairn», que está dirigido al siguiente senderista y marca el camino cuando este se hace confuso, demuestra que la solidaridad es la mejor forma de afrontar un medio a veces hostil. Deja que te invada la atmósfera que crea este conjunto silencioso, una auténtica muestra de land art espontáneo.