Hôtel la Bienvenue*** (sólo en francés)

El establecimiento que regenta desde hace 8 años es mucho más que un hotel para Léa Bérenguer, de 33 años. Es la cuna de su historia familiar.

Yo nací aquí. Viví aquí toda mi infancia hasta 1995, cuando mis padres compraron la casa de al lado.

¿Así que tomar el relevo fue una elección obvia?

No. Cuando tenía 15 años me lo pidieron, pero en realidad no quería. Me apasionan los idiomas. Quería ser traductora. Pero a los 24, con mi título en la mano, tampoco me veía en ese mundo. Mi madre quería que lo dejara. Sabía la carga de trabajo que representaba... Es un no parar. Es un no parar. ¡Cuando estás allí, nunca se cierra! Así que le pedí que se lo pensara durante un año y me fui de viaje, de mochilera, a Australia..

Cuando volvió, empezó a trabajar en el hotel y aceptó hacerse cargo en 2012... con la condición de que tendría carta blanca para renovarlo.

Quería mantener el aire antiguo de la mansión, pero sentía que había potencial para convertirlo en un encantador hotel de 3 estrellas.

Se está llevando a cabo una reforma total:

Rehicimos las fachadas, el tejado, todas las habitaciones -con distintos grados de trabajo-; la señalización, los aparcamientos, cambiamos la fórmula del desayuno, transformamos la página web y nos encargamos de la comunicación.

El hotel obtuvo sus 3 estrellas en 2016. ¿La marca National Park Spirit?

Siempre me ha gustado la naturaleza y a los 18 años trabajé como temporero en la Casa del Parque Nacional de Cap Lardier. ¡Me encantó aquella experiencia! Así que pedir la marca fue una elección obvia.

Sobre todo porque el hotel está muy comprometido... Además de la clasificación selectiva, bombillas de bajo consumo, bombas ecológicas en las duchas, un jardín regado con agua de lluvia y compost..

Compramos limpiadores de vapor que ahorran agua y nos permiten limpiar sin productos químicos. El personal está encantado Incluso los jabones Fragonard que están a disposición de los huéspedes en los cuartos de baño se reutilizan cuando se usan para limpiar la ropa blanca

Y no olvidemos los desayunos elaborados con productos locales y ecológicos.